Comité Editorial

27 de diciembre de 2012

Fin del Mundo: cuarto finalista

Fi-fi-fiesta

La primera vez que fue a un fin del mundo, Paula tenía cinco años, tartamudeaba, odiaba que su madre le pusiera vestidos y no disfrutaba de las fiestas, ni le asustaban los apocalipsis de turno. La fiesta de Nostradamus no estuvo muy animada, se acabó la comida, el vino y la década del noventa, pero no el mundo. Ahora Paula, casi adulta, ya no tartamudea y cuando la invitan a un fin del mundo, se disculpa diciendo que tiene otro fin del mundo ese mismo día. A Paula nunca llegaron a gustarle los apocalipsis, tampoco los vestidos.

Adriana Borja Enríquez (Ecuador)

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