Un niño juega en la playa. Cava un pozo en la arena, cada vez más profundo. De pronto golpea algo duro. Se detiene y mira: en el fondo del pozo hay una cuña de madera. Con sus tiernas manitas afloja la cuña; la quita, y la arena comienza a caer por el agujero. Luego cae el niño, la playa, el cielo, las estrellas, el Universo… Más tarde, Alguien da vueltas el reloj de arena y entonces un niño juega en la playa.
Julio Estefan (Argentina)

Este me encanta!!!!
ResponderEliminarMuy lindo. Un fin del mundo muy tierno y alentador.
ResponderEliminarMuy imaginativo, el niño le añade encanto.
ResponderEliminar¡Genial!
ResponderEliminarMuy bueno. La imagen es preciosa.
ResponderEliminarQué bien, enhorabuena. Esa representación del cambio de ciclo. Felicidades por lo bien escrito que está y por la ocurrencia al meternos en ese reloj de arena.
ResponderEliminarMe gusta MUCHO el relato, brillante la metáfora de la arena, si bien me recuerda ALARMANTEMENTE a uno de José María Merino, donde un niño abre una botella de náufrago que se encuentra en la playa y la botella empieza a succionarlo todo...
ResponderEliminarJulio, ¡qué idea más original pudiste exprimirle a este tema!
ResponderEliminarTe felicito por el cíclico resultado. Y a la IM por esta selección.
Gracias, a ambos, por compartirlo con nosotros. Un beso.
De los tres publicados, este es mi favorito.
ResponderEliminarEste micro es EXCELENTE!!!!!
ResponderEliminarDe los cuatro presentados, este es sin duda el mejor!!! Eso si, a mí tb me ha recordado bastante al de José María Merino que alude arriba "anónimo"... en fin, no siempre se puede ser originales del todo, lo cual no le resta belleza a la historia!!!
ResponderEliminarNACHO RUBIO
Muy buen mini
ResponderEliminarUn texto maravilloso, Julio. Sumamente poético y esperanzador.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Sirve para publicidad.
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