De ilusión también se vive. Pero a
ver cómo se lo hacía entender a esos señores tan serios, tan circunspectos, tan
como Dios manda.
Su padre sin ir más lejos.
Industrial del zapato. Emperrado en que donde hay negocio familiar no mandan
ciento volando, y en que dejara a un lado sus trucos de magia y sus teatrillos.
Tuvo que esperar a que el buen hombre se retirara para vender su parte del
negocio y adquirir un teatro en el que inventar decorados, actuaciones y
máquinas de ilusionar.
Entonces conoció a los hermanos
Lumière. Muy serios también. Muy como Dios manda. Habían inventado una máquina
maravillosa capaz de inmortalizar imágenes en movimiento, pero la dedicaban a
filmar locomotoras, animales e industrias de zapatos.
Nuestro hombre fue el primero en
sospechar que, si se puede filmar la realidad, con más razón debe filmarse la
ilusión. El primero en inundar el celuloide de colores pintados, apariciones y
desapariciones, cabezas voladoras y viajes a la Luna.
Pronto los estadounidenses
espiaron su invención y la convirtieron en industria, monopolizando las
pantallas del mundo entero con sus ilusiones fílmicas. La competencia y la
guerra mundial provocaron su ruina y tal vez, sólo tal vez, hubo días en los
que pensó que su padre tenía razón en que creyó que su padre tenía razón: de
ilusiones no se vive; más vale par de zapatos en mano que ciento volando.
Olvidado por todos, regentaba un quiosco
de golosinas junto a su mujer cuando, a finales de los locos años 20, los no
menos locos surrealistas fueron a dar con él y reivindicaron su contribución al
incalculable campo de las ilusiones. El gobierno francés le concedió la Legión
de Honor y pasó el resto de sus días en el Castillo de Orly, casa de jubilación
de la Mutua del Cine.
Para cuando vino a buscarle la
muerte, el 21 de enero de 1938, todo el mundo reconocía a George Méliès como el
inventor del cine como arte de crear ilusiones; el mundo reconocía, al fin, la
posibilidad de vivir de ilusiones.
Esta semana, sobre el escenario de
la Internacional Microcuentista,
mostrarán sus trucos Vicente Huidobro,
Luz Leira Rivas, y Esteban Dublín. Recuerden que apenas
quedan siete días para votar por esta su revista en los premios 20blogs.
Corran, antes de que la ocasión desaparezca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios anónimos serán eliminados. Gracias por su comprensión.