 Al caer la tarde, dos desconocidos se encuentran en los oscuros corredores de una galería de cuadros. Con un ligero escalofrío, uno de ellos dijo:
—Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en fantasmas?
—Yo no —respondió el otro—. ¿Y usted?
—Yo sí —dijo el primero—, y desapareció.
George Loring Frost, Antología de la literatura fantástica. Edición de J.L. Borges, A. Bioy Casares y Silvina Ocampo, Edhasa, 1977. |
¿Será este texto un mini-cuento? Aludo, por supuesto, al concepto: moneda. Toda 'coin' es pequeña, tiene dos caras y un valor para el grupo humano donde circula. El cuento es pequeño y refleja el valor que sobre la cultura latinoamericana tiene la creencia en el infra-mundo. ¿Posee dos caras? Sí: cualquier ‘desconocido’ que ‘desaparezca’ tiene verosimilitud en su actuar, bien sea por miedo, bien sea por ser un fantasma.
ResponderEliminarYa he mirado detrás de mí. Y hay lo de siempre, un armario y una estantería llena de libracos. Los fantasmas brillan por su ausencia. ¡Qué lástima! Me gustaría saludar a alguno, aunque fuese chiquito, por aquello de saber cómo actúan. Lo más cerca que he estado de un fantasma, ha sido en mis sueños, mientras sueño que levito.
ResponderEliminarSaludos. El relato es excelente y... casi parece un chiste.
El chiste lo hicieron Borges y Bioy cuando escribieron este relato y le inventaron un autor...
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