Comité Editorial

28 de mayo de 2013

Juego erótico

Microrrelato-Microcuento-Microficción-Microrrelatos-Hiperbreves     Le desabotoné la blusa y se abrió sola, empujada por la brisa íntima de su respiración agitada. Descolgué sus pendientes y los coloqué con cuidado sobre la mesilla, uno al lado del otro como dos tornillos de un mueble desmontable. Tatué su cuello con un collar de aquellos besos que siempre supongo eficaces, engarzados uno a otro sobre el tapiz erizado de su piel. Luego bajé un tirante de sus sostén, que quedó desmayado sobre la cara interior del codo. Después de bajarle el otro, me entretuve con los botones a presión de su pantalón. Solo cedió el primero, que dejó el espacio justo para que pasara mi mano. Clic, clic, dijeron los otros dos botones metálicos al abrirse por la presión de mi antebrazo. Entre los dos bajamos el pantalón, quitamos la blusa y el sostén. Con toda su ropa ovillada a mis pies, caída al fin como un telón inútil, contemplé la desnudez rotunda de su cuerpo blanco. Y poco a poco y con mucho cuidado empecé de nuevo a vestirla.

Araceli Esteves, Fisuras en el aireEugenio Cano Editor, Madrid, 2013.

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