Angélica Santa Olaya nació en 1962 en la ciudad de México. Es licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva, con mención honorífica por la ENEP Acatlán, UNAM y Maestra en Historia y Etnohistoria, con mención honorífica por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Becaria del Consejo Nacional para el Consejo de la Ciencia y la Tecnología (CONACYT) programa 2008-2010 con la tesis “Futuros vasallos de la monarquía española. Textos para niños novohispanos en la segunda mitad del siglo XVIII”. Egresada de la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). Forma parte del Diccionario Biobibliográfico de Escritores de México del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Ha trabajado en radio, televisión y prensa escrita. Formó parte de un grupo de teatro independiente y estudió pintura. Obtuvo el Primer lugar en dos concursos de cuento breve e infantil en México (1981, con el diario El Nacional y 2004, dentro del programa Alas y Raíces a los niños del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato) así como también el Segundo Lugar en el V Certamen Internacional de Poesía "Victoria Siempre 2008" celebrado en Entre Ríos, Argentina, por su poema Dos más una, ocho.
IM: Te has dedicado al periodismo, la poesía, el cuento y el teatro. ¿Por qué tu acercamiento al microrrelato? ¿De dónde nació ese interés particular?
ASO: Me gustan los textos cortos. Los textos que en pocas palabras cuenten una historia y que, en unos cuantos minutos provocan alguna reacción. De ahí mi gusto por la poesía y su intensa brevedad… No soy muy aficionada a los textos largos. Creo que tiene que ver con mi carácter. Me gustan las cosas rápidas, fluidas, el devenir que no se detiene mucho para mostrar algo. Soy inquieta, impaciente; me gustan los resultados a corto plazo y las sorpresas. Además, el microrrelato, aunque no lo parezca, es un reto. Decir mucho, o provocar una reacción fuerte o poderosa en el lector, con pocas palabras puede parecer fácil, pero no lo es. Entre menos recursos se tengan a la mano, menos se puede, o debe, fallar en el objetivo. Y sí, también me gustan los retos.
IM: ¿Cómo dirías que tus estudios en Historia y Antropología han influido en tu trabajo literario?
ASO: Mucho. Han cambiado totalmente la perspectiva desde la cual observo el mundo que luego recreo con mis propias palabras. Creo que mis textos han adquirido profundidad y un sentido más amplio debido a esta visión histórica y antropológica que, de alguna manera, me han vuelto más crítica y tolerante; más dispuesta al entendimiento. Y entender, o intentar hacerlo, es esencial a la recreación.
IM: ¿Dirías que hay una conexión entre el microrrelato con la literatura infantil? ¿Cuál sería y por qué?
ASO: Sí, definitivamente. La literatura infantil fue mi primer acercamiento a las letras y su influencia sobrevive en mis textos tanto de narrativa como de poesía. De hecho, escribo, también, literatura infantil. La brevedad es, también, esencial o requisito deseable a ella. Los niños son inquietos y pierden fácilmente el interés, por lo cual es importante proporcionarles elementos diversos, fluidos e identificables que sostengan su atención en la historia. Componentes que comparte el microrrelato. Otro reto, como puedes ver.
IM: ¿A dónde crees que va el microrrelato en México? ¿Consideras que tiene un futuro editorial en el papel o crees que es un fenómeno que se centrará exclusivamente en el terreno digital?
ASO: Yo creo que lo que está sucediendo con el microrrelato en México es un fenómeno insoslayable que afortunadamente es cada vez más atendido. No sé si a corto plazo, pero me queda claro que se adueñará también del papel. No creo que los géneros tengan que ver con la preferencia por el libro objeto. Hasta el momento ha gozado de mayor difusión digital porque aún no gana la popularidad que, aún con las piedras en el camino tiene, por ejemplo, la poesía. De modo que no se le piensa aún como merecedor de la publicación física. Creo que su mayor presencia, actual, en la red tiene que ver, también, con la fluidez y vertiginosa velocidad de la difusión cibernética; eso provoca una cercanía, o empatía, que hace cómoda su difusión en las redes.
IM: ¿Cuál es tu opinión del fenómeno de los blogs alrededor de los géneros breves como la poesía y el microrrelato? ¿Consideras que los están banalizando o por el contrario dirías que contribuyen a su masificación?
ASO: El blog ha jugado un papel muy importante en el inicio de la actual difusión literaria en México. Papel que ha ido disminuyendo su eficacia y atractivo debido a las redes sociales que proporcionan movimiento continuo y fluido a la difusión. Estamos viviendo tiempos en que la rapidez es requisito esencial a la comunicación. Y las redes sociales han proporcionado eso. Es un poco contradictorio porque el mismo vértigo provoca la “pérdida” o falta de permanencia de los textos que, por ejemplo, tienen los blogs donde colocas un texto por, al menos, el tiempo de un día. Creo que el blog sigue siendo un medio de difusión aprovechable, pero definitivamente está siendo desplazado por las redes sociales. La gente ya no quiere ir a los blogs porque eso supone invertir unos segundos en abrir otra página y la ley del menor esfuerzo prevalece en los cibernautas. En cuanto a la banalización, creo que lo único que puede banalizar un texto es la mediocridad de éste. En varias ocasiones he insistido en señalar la responsabilidad y el compromiso que los autores debemos tener al publicar nuestros textos en la web. Es un medio de difusión noble, económico y al alcance de todos y, por eso mismo, hay una cantidad de textos disponibles que han sido publicados a discreción a veces sin una actitud autocrítica suficiente. Para mí la banalización está en la falta de compromiso de los autores para con tus textos y no en el medio de difusión. Como en todo y como en todos los tiempos, la pretendida masificación será atravesada por los textos y los autores que tengan la calidad suficiente para sobrevivir fuera, incluso, de la web.
IM: Aparte de la literatura, otras cosas deben apasionarte. Cuéntanos cuáles son.
ASO: La música en primer lugar. La pintura. El cine. El baile. La naturaleza y el amor.
Un libro: Alicia en el país de las maravillas.
Un autor: Lewis Carroll.
Una película: Tomates verdes fritos.
Una comida: Chiles en nogada.
Una ciudad: Distrito Federal.
Un amor platónico: Jhonny Deep y Julio Cortázar.
Un deseo: Vivir.
Una obsesión: Justicia.
Un insulto: La indolencia.
Una historia: El Cantar de los Cantares.

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