Lo mataron los fascistas. Querían anular al gran héroe anarquista y le volaron el pecho en cuanto apareció por Madrid. Todo el mundo lo sabe.
Lo mataron los comunistas. Querían anular al gran héroe anarquista y le volaron el pecho en cuanto apareció por Madrid. Todo el mundo lo sabe.
Lo mataron los troskistas. Querían anular al gran héroe anarquista y le volaron el pecho en cuanto apareció por Madrid. Todo el mundo lo sabe.
Lo mataron los anarquistas. Querían anular al gran héroe anarquista y le volaron el pecho en cuanto apareció por Madrid. Todo el mundo lo sabe.
Se mató él solo. Se enganchó con el fusil al salir del coche y se disparó en el pecho. Todo el mundo lo sabe.
El corazón de Buenaventura Durruti se detuvo el 20 de noviembre de 1936. Tuvo una sola vida. Y cientos de muertes.
Las historias generan personajes y los personajes generan historias. Lo saben bien Juan José Arreola y Ernesto Ortega, cuyos relatos aparecerán esta semana en la Internacional Microcuentista. Como lo sabe Miguelángel Flores, que compartirá su método de escritura con nuestros lectores.
Nunca murió. Sigue vivo en miles de libros y publicaciones. :-]
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