Mary Jo, de dos años de edad, está aprendiendo a jugar en tinieblas, después de que sus padres, el señor y la señora May, se vieron obligados a escoger entre la vida de la pequeña o que quedara ciega para el resto de su vida. A la pequeña Mary Jo le sacaron ambos ojos en la Clínica Mayo, después de que seis eminentes especialistas dieron su diagnóstico: retinoblastoma. A los cuatro días después de operada, la pequeña dijo: “Mamá, no puedo despertarme... No puedo despertarme”.
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, Revista Conversaciones desde la soledad: Bogotá, 2014.
Aparece como un hecho tristísimo, más que bello cuento.
ResponderEliminarDuele
ResponderEliminarSensible y preciso. Siempre el giro para la vuelta de tuerca.
ResponderEliminarUff...
ResponderEliminares síntoma del la enfermedad que se llama, Gabomanía
ResponderEliminarUn dato curioso sabían ustedes que Gabo es un premio nobel de Literatura, pero nunca, jamas y nunca se leee en las escuelas, ni en los colegios, ni en las universidades. Y aun dicen que en Colombia tenemos identidad.
ResponderEliminar