El ramo de margaritas desparramado por el suelo se clava como un arpón en los ojos de la madre. El estupor le deforma las facciones. También la culpa caliente. Hace un momento, embebida de cólera, descargaba su brazo resentido contra el hijo, gritando de dónde vienes calamidad, te lo he dicho mil veces, a las ocho aquí, y qué escondes ahí detrás, desgraciado. El pequeño solloza encogido en el suelo, traspasado de humillación y rabia, y maldice el momento en que ha decidido darle aquella sorpresa a su madre, solo porque desde que murió Pepe se la ve llorar demasiado.
Iván Teruel Cáceres: El oscuro relieve del tiempo. Edicions Cal·lígraf. 2015
Impresionante, extraordinario, Iván.
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