El primero nos pilló terminando el vermut. Papá sorbía el suco de los berberechos, la abuela lamía una almeja y el novio de mi hermana engullía la última gamba. A media paella nos sorprendió el segundo. Mi hermano apartaba los guisantes, tía Eulalia chupaba la cabeza de un langostino y mi prima forcejeaba con un mejillón. Fue caer el tercero y sacar el brazo de gitano y los profiteroles. Mi abuelo descorchó el cava, Mamá preparó café y tío Luis se encendió un puro. Cuando se estrelló el último avión nos cogió a todos haciendo la siesta. Sólo yo abrí un ojo, bostecé y volví a quedarme dormido.
Este micro, inédito, es gentileza de Agustín Martínez Valderrama, el ganador de la última edición del Concurso de Relatos en Cadena (ReC). Lean la entrevista que concedió a la Internacional haciendo clic aquí.
Visiten el blog de Agustín: Previsiones meteorológicas de un cangrejo
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Este micro, inédito, es gentileza de Agustín Martínez Valderrama, el ganador de la última edición del Concurso de Relatos en Cadena (ReC). Lean la entrevista que concedió a la Internacional haciendo clic aquí.
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Bravo Agus, me encanta la normalidad con la que presentas un hecho terrible. Esto demuestra que muchas veces los hombres somos capaces de asimilar circunstancias verdaderamente atroces casi sin despeinarnos.
ResponderEliminarNo entendi nada... perdon. Saludos de Nicaragua.
ResponderEliminarPensaba que la cosa iba de meteoritos, pero me gusta más que sean aviones. No sé si tiene que ver con el 11-S, pero es lo de menos. Lo mejor es la pasividad de la vida cotidiana ante un hecho terrible y ajeno. Buen micro, como todos los de Agus.
ResponderEliminarMe hace pensar en "Carne rebozada" pero con los contrastes más acentuados. ¿Estamos ante el inicio de una serie? A mí me gustaría saber más cosas de esta glotona familia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como le ha pasado a Pedro, pensé en "Carne rebozada" pero más desquiciado... más desquiciado al final porque la normalidad con que se vive la situación se vuelve espantosa al conocerse la situación.
ResponderEliminarBuff, comentario un poco espeso me ha salido, espero que se entienda.
Un abrazo, Agus, I.M.
Cada cual lo vivió a su manera. Y ésta de Agus, contada desde la frialdad, es potente. Pero habrá que ir recordándola, porque dentro de unos años, en lugar de preguntarte qué hacías cuando el primer hombre pisó la luna, te preguntarán qué hacías durante el 11-S. Coincido con los de arriba en eso de las similitudes con "Carne rebozada".
ResponderEliminarMaite, Cristina, Manu, Pedro, Jesus, Víctor, muchas gracias por vuestros comentarios tan generosos.
ResponderEliminarY gracias a Víctor y el comité editorial de la Internacional, un placer estar aquí.
Un abrazo a todos.
Muy ingenioso. Me pense mil cosas... Todo lo posible lo imagine... Menos el tercer avión.
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