Comité Editorial

31 de octubre de 2012

Casa de Muñecas, de Patricia Esteban Erlés



Microrrelato-Microficción-Microrrelatos     Construir un buen libro, sólido, robusto, perfectamente edificado desde los cimientos hasta la veleta es una tarea difícil. Y Casa de Muñecas, de Patricia Esteban Erlés, es uno de esos libros.

     Casa de Muñecas, que ya va por su segunda edición, y por algo será, está compuesto por diez secciones, que se corresponden con otras tantas partes o estancias de esta peculiar edificación en miniatura. El recorrido nos lleva desde el cuarto de juguetes hasta el desván, pasando por el salón, el comedor, la cocina, la biblioteca... y la cripta, por supuesto. En todos esos lugares ocurren sucesos tétricos, insinuados o explícitos, que consiguen erizarnos el vello, que logran que un escalofrío recorra nuestra columna. Niños muertos, obsesiones o miedos infantiles, muñecas que cobran vida, fantasmas y apariciones... todo ello reunido, en perfecta armonía, en un ambiente macabro y romántico a la vez, lleno de juegos de espejos, guiños a autores y libros, algunos toques de humor, y tembleque, mucho tembleque.

Microrrelato-Microficción-Microrrelatos
Ilustración de Sara Morante
     A la altura del ya clásico Ajuar funerario de Fernando IwasakiCasa de Muñecas es un libro de microrrelatos de terror. De auténtico terror. Y, como sabréis, no es nada fácil asustar al lector. ¿Cómo lo consigue Patricia? Haciendo que las muñecas sean protagonistas de esos microrrelatos. Porque las muñecas, como se nos cuenta en “Exilio”, son eternas, y sobrevivirán a las niñas que juegan (o creen jugar) con ellas. Y precisamente esas niñas son las otras protagonistas del libro, unas niñas que aportan una mirada tétrica, directa, sin embuches. Unas niñas que con sus historias, preguntas o afirmaciones son capaces de helarnos el alma. De este modo, a través de las niñas o de las muñecas, lo femenino -y sus obsesiones- habita en la Casa de Muñecas en múltiples variantes. 

     Por si la sólida construcción de esta casa de muñecas no fuera bastante, Patricia Esteban Erlés ha solicitado, para decorar los interiores, la colaboración de una gran ilustradora, Sara Morante, quien precisamente acaba de ganar el Premio Euskadi de Ilustración. Y Sara ha llenado esas paredes de magenta, un color que mezcla lo femenino con lo punk, y que encaja muy bien en el ambiente gótico del libro. Además ha amueblado con sus ilustraciones, victorianas, macabras, inquietantes, todas y cada una de las habitaciones. En resumen, la mansión ha quedado de lujo.

Si queréis pasar miedo, leed este libro. Una noche de lluvia. Solos. O acompañados de vuestras muñecas.


Patricia Esteban Erlés: Casa de Muñecas. Ilustraciones de Sara Morante. Editorial Páginas de Espuma, Madrid, 2012.

No te pierdas la entrevista
 a Patricia Esteban Erlés.

12 comentarios:

  1. Enhorabuena por la reseña Víctor, estoy deseando leer Casa de muñecas, aún no lo tengo y además tengo la mesilla a rebosar de lecturas pendientes pero no veo el momento de tenerlo en mis manos.

    Solo un inciso por la forma en que comienzas la reseña y por cómo has generalizado en esta frase:

    "Solo hay que ver cómo proliferan últimamente estas publicaciones en el mundo editorial. Lo verdaderamente difícil, creo, es construir un buen libro, sólido, robusto, perfectamente edificado desde los cimientos hasta la veleta."

    Algunos escritores de micros que hemos publicado recientemente nos damos por aludidos, y digo damos porque es damos, pero como siempre, soy yo la que da la cara porque como ya tengo ganada la reputación de lianta, borde y protestona pues me da lo mismo que se me vaya a criticar una vez más por expresarme libremente.

    No hay tampoco soberbia en lo que voy a decir a continuaciòn, igualmente habrá quien diga que la hay o lo piense y no lo diga (que no sé que es peor).
    Mi libro de microrrelatos (así como otros que he leído y que no voy a mencionar para que no se me acuse de nepotismo o compincheo, parece que está de moda últimamente llamar compincheo a comentar libros de gente que además de escribir bien casualmente es tu amiga) es un buen libro, sólido, robusto, perfectamente edificado desde los cimientos hasta la veleta."

    No es soberbia, ni prepotencia que oculta inseguridad, lo digo en plena posesión de mis facultades. Para eso he estado dos años trabajándolo, uno de escritura y luego 8 meses trabajando con un amiga y lectora y correctora editorial que me ayudó a armarlo y colocar los micros y cribarlos para que mantuvieran coherencia y unidad y, en la medida de lo posible en un libro de microrrelatos que es más fácil que canten los altibajos que hay en todo libro de narrativa breve sean cuentos o micros, un nivel alto, sin picos ni valles.
    Es todo lo que tengo que decir respecto a esa parte de la reseña, por lo demás magnífica y desde aquí enhorabuena a Patricia por el éxito de su libro.

    No voy a decir nada más, si el resto de publicados en lo que va de año quieren decir algo que hablan ahora o callen para siempre.

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  2. Del resto de libros publicados el año pasado y el año en curso(salvo alguna excepción mediocre) opino lo mismo y en algunos casos sé que el trabajo conienzudo que hay detrás.

    Saludos a todos

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  3. sé el trabajo concienzudo que hay detrás quise decir.

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  4. Antes de nada, Rosana, decirte que vayas ya mismo a la librería más cercana y te hagas con un ejemplar de "Casa de muñecas". Estoy seguro de que te va a gustar.
    Dicho esto, te contesto. Seguramente no has entendido qué quería decir con esa frase. O, mejor dicho, no me he explicado nada bien, cosa más probable. Veamos si puedo aclarar el significado. Quise decir que últimamente he leído algunos libros (y tampoco diré nombres, si quieres lo hablamos en privado, ya sabes mi correo) en los que todo parece encajar a la perfección. En los que todo queda bien hilado. O construido pieza a pieza, por llamarlo de algún modo. Que lees un microrrelato y dices: "Este micro pertenece a este libro, encaja ahí a la perfección, por narices". En cambio he leído otros (también omitiré nombres, si me lo permites) en los que ese trenzado, ese entramado, no está tan definido. No digo que no esté pensado y que no haya un duro trabajo detrás, digo que no resulta tan evidente, tan claro. Y ojo, que no quiero decir que esos últimos sean malos, ni mucho menos. Quiero decir que un libro puede tener muy buenos microrrelatos y sin embargo su estructura o arquitectura interna cojear de algún modo.
    De todos modos, todo esto es una cuestión de gusto personal. A mí me gustan más ese tipo de libros más, cómo decirlo, más compenetrados en su conjunto.
    Pido disculpas si alguien más se ha sentido aludido en un comentario algo desafortunado que pretendía más ensalzar este libro que desprestigiar los otros.
    Rosana, estoy seguro que con una caña delante, en lugar del teclado, nos entenderíamos mejor.
    Un abrazo.

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  5. Víctor, yo tampoco digo nombres como ves.
    No me he mosqueado tranquilo, solo he considerado necesario puntualizar el inicio de tu reseña porque era claramente demasiado general y efectivamente no se interpretaba bien por esa misma condición de general. La sensación era la de que para reseñar el libro se, tiraba de agravio comparativo. No hace falta decir nombres para comentar lo que tan bien me has explicado en el comentario y que te agradezco mucho.
    La cerveza cuando quieras y lo mismo a no mucho tardar.......

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  6. Bien puntualizado, pues. Me alegra que se haya aclarado un poco el entuerto, Rosana. La próxima vez ya intentaré que mis palabras se ajusten más a lo que quiero decir, y no sean necesarias explicaciones. Ah, y no te preocupes que en cuanto vaya a la capi (que ya toca) nos echamos esa caña pendiente. Un abrazo.

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  7. Querido Víctor:

    Por los comentarios que leo, poco queda que añadir a lo que habéis dicho Rosana y tú, y si algo está lejos de mi intención es polemizar en algo que, en el fondo, estamos de acuerdo. Sin embargo no quiero dejar a Rosana sola, con su fama de lianta (como ella dice), y así, si ha de haber críticas las compartiré con ella. También creo que el primer párrafo es desafortunado. No por lo sacudido que se haya podido ver mi ego, o el de cualquier otro autor que haya publicado últimamente, sino por lo, de algún modo despectivo, que queda, al menos como yo lo entiendo. Sé que no era tu intención, no voy a poner en duda a estas alturas tu posición ni tu colaboración con la promoción y difusión del microrrelato, quizá por eso mismo me sonó especialmente chirriante. Desgraciadamente "este tipo de publicaciones" no "proliferan", ojalá lo hicieran. Y en ese primer párrafo, mi impresión es que se dice que hay libros bien construidos (como el que ilustra la afirmación) y otros que parten de la aparentemente sencilla acumulación. Y no me parece mal que se critiquen los libros malos, sólo faltaba, pero construir una crítica favorable en torno a una comparación generalizadora es, además de injusto, un agravio comparativo.

    En cuanto a la reseña en sí, no he leído Casa de Muñecas todavía, pero estoy seguro de que es un libro bueno, muy bueno. Además, conozco (virtualmente) a Patricia y siento un sincero aprecio por sus escritos y su persona. No solo me alegro de que haya llegado a la segunda edición en dos meses escasos, ojalá llegue a la décima. Porque en esta pequeña secta de los escritores de microrrelato el éxito de uno es el éxito de todos. Y que Casa de Muñecas tenga una buena acogida del mercado significa que cuando hay calidad en el libro, un editor dispuesto a jugársela y una promoción adecuada, el libro se vende. Vaya que si se vende. Y ojalá siga vendiéndose.

    Un abrazo grande!

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  8. Jesus, como rectificar es de sabios o, por lo menos, de gente que reconoce que se ha equivocado (como parece ser mi caso), he rectificado ese primer párrafo tan desafortunado, ya que mi intención no era ni mucho menos cometer un agravio comparativo. De todos modos, si alguien quiere saber qué decía en ese primer párrafo, lo puede leer en el comentario de Rosana. Ah, y siento haber sacudido tu ego: sabes bien que no era mi intención. A ver qué día podemos discutir esto sin un teclado de por medio. Un abrazo y gracias por no dejar sola a Rosana con tu comentario.

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  9. Mi ego no había sido sacudido por ese párrafo, Víctor. Me remito a tu reseña de mi libro, no me sentí aludido. Pero me pareció un párrafo más propio de alguien que pone en solfa los libros de microrrelatos. Y te lo he comentado porque sé que no es el caso.

    Seguro que tendremos ocasión de charlar con un par de cervezas, será un placer.

    Abrazos

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  10. Querido Víctor, ante todo Sara y yo te agradecemos esta generosa reseña, tan detallista, y la valoración de nuestro libro. Y les mando un fuerte abrazo a Jesus y Rosana, autores a los que tengo en gran estima y que escriben textos que me encantaría poder robarles... Larga vida al género que tanto amamos, a las editoriales que se mojan por él, a los autores que disfrutamos con estas pequeñeces y a los lectores que, a pesar de la situación actual, escogen comprar un libro de microcuentos. Un abrazo grande, Patro

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  11. Gracias, Patricia. Si la reseña es generosa y detallista, como dices, es porque el libro bien se lo merece. A mí también me gustaría robarles algunos de los microrrelatos que aparecen en "Los años de lluvia" o en "Los otros mundos". Quizá lo haga algún día. Un par de abrazos, uno para ti y otro para Sara.

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  12. Ando fuera de casa.
    Soy breve, olé por las editoriales que apuestan por los libros de microrreatos, por los lectores, por los escritores, por las reseñas y por las ilustradoras de libros de microrrelatos como Sara Morante, que tengo ganas de leerlo y de disfrutar las imágenes.

    Abrazos!!!

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