
El espejo de obsidiana hallado en el ajuar mortuorio de una mujer de hace quinientos años, quizá guardaba todavía la huella de su mano, alejándolo de su rostro para verse mejor; quizá una nubecilla de su aliento; quizá la sombra del guerrero que la contemplaba amoroso con su duro rostro de hombre que partía una batalla; quizá...
Lástima, la arqueología, pese a ser tan meticulosa, generalmente no registra estos detalles de los sueños.
Lástima, la arqueología, pese a ser tan meticulosa, generalmente no registra estos detalles de los sueños.
Jorge Dávila Vázquez, Arte de la brevedad, Libresa, Quito, 2001.
ResponderEliminarPues, esos detalles de los sueños sólo pueden ser vistos por el ojo creador de Jorge Dávila Vázquez.
Maestro, gracias por permitirnos llegar a las inmensidades del tiempo; y mirar con los ojos del alma los sueños del amor.
Martha Encalada Torres.
EXALUMNA DE JORGE DÁVILA VÁZQUEZ.
A MUCHA HONRA.
Hermoso texto Jorge. Gracias por iluminar mi día con esta maravillosa brevedad literaria. Realmente una inspiración.
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