
Con las suelas pintadas de polvo de ladrillo, hago picar las pelotitas
que simbolizan cada una de mis insatisfacciones. Arrojo al aire,
individualmente, la sensación de fracaso por los proyectos abandonados,
el agobio por el trabajo, los celos excesivos por la mujer amada, las
traiciones injustificadas de mis amigos y el asqueo general por la
mediocridad que me rodea. Con cada golpe enérgico de mi raqueta, intento
expulsarlas de mi alma para siempre. Vuelan corto, resisten el
desalojo. La red se encarga de impedir los resultados esperados de la
terapia, y añade, a mi canasta llena de esferas, una nueva frustración.
Martín Gardella,
El Living sin Tiempo, 2009.
NO obstante no se me da del todo mal. Fdo. - Rafa
ResponderEliminarSaludos
Gardella ya nos acostumbró a sus buenas jugadas literarias, que sortean la red con solvencia,
ResponderEliminarY una nueva pelotita que echar a volar. Saludos
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