Comité Editorial

3 de marzo de 2013

Semana del 4 al 10 de Marzo de 2013.


De haber transcurrido todo como tenía que transcurrir, su existencia estaría recogida en los reportajes de las revistas del corazón, en la sección de sociedad de los diarios , en las páginas papel couché de la prensa rosa.

Tres veces grande de España, condesa de Niebla, marquesa de Villafranca del Bierzo. marquesa del Vélez, duquesa de Medina-Sidonia, portadora de la sangre azul con más solera de España. Pero a la hora de maquetar se produce un error, y termina entre las páginas de política, cultura y sucesos.

Historiadora, escritora, articulista feroz, revolucionaria, lesbiana, libertina. Su grandeza no cae bien en la España mediocre de Franco. Manifestarse junto a los agricultores la lleva a prisión, y un libro contra la dictadura a huir del país.

Su piso en Francia se convierte en punto de encuentro de intelectuales, artistas, terroristas y otros opositores al Régimen. Su fortuna milenaria se dilapida entre la vida bohemía y la lucha política.

Muerto el sátrapa, regresa a España y se dedica a esa labor que le apasiona: estudiar historia. Ese conocimiento del pasado que, cree, evitará la destrucción del futuro. Invierte gran cantidad de tiempo y dinero en reunir y catalogar los más de ochocientos años de documentación que conserva su familia. Crea con ellos la Fundación Medina-Sidonia, que alberga en el palacio familiar, y que abre a investigadores del mundo entero.

A su muerte, el 7 de marzo de 2008, sus hijos, fruto de un matrimonio aparente y desgraciado, se apresuran a disputarse la herencia. Les tiene reservada una sorpresa: once horas antes de fallecer, se casa con su secretaria y fiel compañera. A ella, como viuda, corresponde administrar la Fundación a la que dona cuanto le queda. Nadie podrá apropiarse y revender las obras de arte ni el  conocimiento que, por azares históricos, van unidos a sus muchos títulos. Esos títulos que venían de nacimiento y garantizaban una vida de postín y prensa rosa. Esos que carecían de importancia ante el título que el pueblo le otorgó y que se había ganado: el de Duquesa Roja.

Con pocos títulos y aún menos posesiones, desde la Internacional Microcuentista continuamos a favor de la difusión de la microficción. Esta semana contaremos con los relatos de István Örkény y Esteban Dublín. Reseñaremos el libro Los Suicidas se divierten, de Fabián Vique, visitaremos la tertulia de microficción Los diablos azules y Manu Espada nos hablará del proceso de una difícil transición, la del blog al papel. 

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