Comité Editorial

7 de abril de 2013

Semana del 8 al 14 de Abril de 2013.


Es y de suponer que quien fuera a visitar al viejo maestro terminaría con la impresión de que estaba loco.

Poneos en situación: 1820, luz de candiles, velas y lámparas de aceite. Goya sordo, anciano y enfermo. Y las pinturas negras.

Había sido todo lo que un pintor podía ser. Había retratado a los reyes en su corte y a los mesías en sus catedrales. Había tomado apuntes coloridos de las costumbres del pueblo y dibujado al vuelo los horrores de la guerra contra Francia. Y las pinturas negras.

En su vejez compró una casa junto al río Manzanares. La llamaban la Quinta del sordo, en honor a la secuela que, junto a otros achaques, le había producido aspirar el plomo de la pintura al óleo. Allí esperaba la muerte, junto a su amante. Y las pinturas negras.

No había manera de escapar a ellas. Estaban pintadas directamente sobre la pared, en todas las paredes. Quien había sido capaz de reproducir las infinitas variaciones del color reducía su paleta a negros, rojos y añiles. Quien había sido capaz de dibujar los detalles de cualquier rostro, los reducía a trazos salvajes y abocetados. Quien había aprendido a reflejar las tonalidades de la luz, la utilizaba ahora para subrayar la sombra.

Por ellas desfilan ancianas inquisidoras, hombres alucinados, calaveras comiendo sopa, frailes aconsejados por el demonio, brujas en aquelarre, soldados disparando, seres deformes, perros semienterrados, dioses enloquecidos devorando a su hijos, y paisanos que se descalabran a garrotazos mientras se hunden en el fango.

Poneos en situación: imaginad dormir y despertar entre esas paredes, rodeados de la más negra negritud, asomados continuamente al paisaje de una realidad deforme.
Es de suponer que quien fuera a visitar al viejo maestro sordo, anciano y enfermo, quién pasara algunas horas rodeado de su decrepitud y de las pinturas negras, llegara a la conclusión de que Goya había perdido la razón. Pero cabe la posibilidad de que fuera precisamente al contrario; que tras toda una vida de esforzarse en copiar la realidad que otros se empeñaban en mostrar, hubiera llegado a percibirla tal y como era.

Bocetos de historias mucho mayores, esta semana tendremos los microrrelatos de Bertolt Brecht, José Luis Sandín y Fernando Sánchez Ortiz. Luz Leira compartirá con nosotros la experiencia de trasladar el género de la microficción a las aulas y compartirá con nosotros los microrrelatos de sus alumnos. Y no olviden apuntar en sus agendas el acto de presentación de Contra el Tiempo de Ana María Shua y la lectura homenaje que se le brindará en la Microbiblioteca de Barberà del Vallès. 

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