¿Los escuchas?… Vuelven por ti… Más de cincuenta años bajo tierra y aún no saben encajarte… Pretendían rendirle homenaje al genio, al escritor… ¡Los franceses!… Exposiciones, ediciones, conferencias, cenas de alto copete… ¡Lo propio!… Pero alguien alzó la pancarta y protestó por la infamia… Rendirte homenaje a ti… ¡Un nazi!…Colaboracionista… Feroz antisemita… Delator de judíos ocultos… ¡Ahí es nada!
No lo niegas… O en cualquier caso qué negar y ante quién… Los escritores incluyeron tus obras en la lista negra… ¡Escritores!… ¡Listas negras!… Destruyeron tus libros, confiscaron tu casa, te señalaron como el ser humano más abyecto y repugnante… Tenían razón… ¡Los conocías!… Desfilaban en un plácido silencio junto a las tropas alemanas… Desfilaban bajo cualquier música que incitara a la masacre… ¡Salivaban!… Bien aprendiste la lección en la Guerra Mundial… ¡La primera!… Millones de desgraciados masacrándose para acrecentar el botín de sus amos… Balas zumbando en tus oídos…
Aún más: ¡África!… La civilización atravesando corazones con bayonetas… ¡Libertad!… ¡Igualdad!… ¡Fraternidad!… ¡Camelos!… Nueva York y sus humanos archivados en vidas mudas… La URSS, paraíso proletario de la deportación, la ejecución, ¡la muerte!… ¡Ciegos bajo el poder de seres estúpidos!… ¡Seres estúpidos dirigidos por ciegos!… ¡Empezad!… ¡Pasad lista!…
Ningún juez te había condenado pero se reservaban el derecho de aprisionarte sin calefacción y a bajo cero… ¡Celdas mugrientas!… ¡Mazmorras!…Ya habían destruido tus libros y robado tus cosas… ¡Los vencedores!… ¡Los buenos!… Te arruinaste curando a enfermos que no conocían los medios con los que pagarte… Trabajadores desdentados por la avitaminosis y el veneno ponzoñoso de la máquina… Productores de los banquetes y las sábanas de seda de otros… ¡Ellos!… ¡Los organizadores de guerras mundiales!… ¡Los directores de orquesta de la masacre!… ¡Sembradores de odio!…
Te convertiste en el mal que expurgaba el resto de sus males… ¡Adelante!… ¡Louis Ferdinand Céline!… ¡El nazi!… ¡El escritor francés más valioso del siglo!… Muerto el 1 de julio de 1961… Lesiones de guerra, marginación, traición, odio… Gritando por escrito hasta el fin… Gesticulando solo y exaltado en un banco del parque… Sucumbiendo al terror de los puntos suspensivos… Ex-homejaneado por el gobierno francés —libertad, igualdad, fraternidad, ¡bayonetas!— cincuenta años más tarde… Prohibido igual… Silencio… Sobre todo silencio… Mejor no enfrentarse a ti… Mejor no admitir que eres su verdad y su reflejo… Mejor no admitir que nadie en tu mundo y en tu época tenía autoridad moral para juzgarte…
Postales de escritores variopintos, como los microrrelatos que exponemos en la Internacional Microcuentista. Esta semana tendremos a Augusto Monterroso, Carlos Díaz González y Fernando Sánchez Ortiz, y Víctor Lorenzo Cinca nos describirá el panorama del microrrelato en la radio.
Leer a Céline es leer diez veces. Muy grande.
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