El monstruo llora frente al espejo de la feria de diversiones porque su imagen se deforma y adquiere una apariencia grotesca. La hermosa muchacha con ojos de océano mira divertida su figura horripilante en el mismo espejo. Ella descubre a su príncipe azul en el espejo. Él cruza una mirada de amor con la maravillosa monstrua. Se enamoran perdidamente y desde ese instante viven felices, juntos: la bella, el monstruo y el espejo.
Diego Muñoz Valenzuela, De monstruos y bellezas, Mosquito editores, 2007.
Bello micro de amor, aunque ese amor vaya a durar igual tiempo que el espejo...
ResponderEliminarQué micro excepcional.
ResponderEliminarLa imagen y su adecuación.
ResponderEliminarMe encanta, es casi un ABC de la pintura.
Abrazos de imágenes.
Sergio Astorga
Qué ingenioso. Me gustó mucho.
ResponderEliminarUn saludo.
¿Se puede alguien enamorar de un espejo?
ResponderEliminarSí se puede, yo vi a un niño una vez que se enamoró de un gato.
Muy buen micro. Bello.
Un abrazo