Comité Editorial

17 de enero de 2011

La vela carmesí

Un hombre que yacía en su lecho de muerte llamó a su lado a su esposa, y le dijo:
-Estoy por dejarte para siempre; dame, entonces, una última prueba de tu afecto y fidelidad. Encontrarás en mi escritorio una vela carmesí, que fue bendecida por el Gran Sacerdote y tiene un peculiar significado místico. Júrame que mientras esa vela exista, tú no te volverás a casar.
La Mujer juró y el Hombre murió. En el funeral, la Mujer se mantuvo de pie a la cabeza del féretro, sosteniendo una vela carmesí ardiente, hasta que esta se consumió por completo.

Ambrose Bierce, Fábulas fantásticas, 1899.

7 comentarios:

  1. Excelente fábula de Bierce. Es un gusto conocer su obra.

    Felicitaciones.

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  2. El caso es que la vela fue prendida. Poca paciencia la de la esposa.
    Me gustó.
    Un abrazo, Martín.

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  3. Las viudas tienen una capacidad de expedición y pronta resolución que siempre me ha encantado.

    Buenísimo.
    Cumplió con todo la dama.

    Besos Martín

    SIL

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  4. Velas al muerto, pero de carabelas para marchar lejos...

    Muy divertido, sobre todo para la esposa.

    Un abrazo

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  5. Yo esta historia la hubiera contado al revés. Primero la imagen de la mujer portando la vela carmesí en el entierro. Después la escena del moribundo. Le agradezco a Bierce la sugerencia de un motivo técnico.
    PABLO GONZ

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  6. Fantástica idea, me encantó.

    Saludos.

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  7. Muy bueno, éste sería un micro muy actual

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