Comité Editorial

13 de noviembre de 2014

Breve entrevista a Fabio Martínez

Fabio Martínez nació en Cali, Colombia, 1955. Es autor de las novelas Un habitante del séptimo cielo, 1988; Club social Monterrey, 1992; Pablo Baal y los hombres invisibles, 2003; Balboa, el polizón del Pacífico, 2007; El fantasma de Íngrid Balanta, 2008; El tumbao de Beethoven, 2012; El desmemoriado, 2014. En 2003 publicó la biografía novelada sobre Jorge Isaacs, titulada La búsqueda del paraíso. Es autor del libro El viajero y la memoria, un ensayo sobre la literatura de viaje en Colombia, 2000; y de los libros de cuentos  Fantasio, 1992; Del amor inconcluso (microrrelatos), 2006; El escritor y la bailarina, 2012. Ha sido Mención Especial en la Beca ‘Ernesto Sábato’, 1987. Primer Premio de Ensayo Latinoamericano ‘René Uribe Ferrer’, 1999 y Primer Premio ‘Jorge Isaacs’, 1999. Fue el Director fundador del periódico La Palabra y Director de la Universidad del Valle Sede Pacífico. En la actualidad, es profesor titular de la Universidad del Valle, adscrito a la Escuela de Estuidos Literarios, y columnista de El Tiempo. 

IM: Has cultivado la novela, el cuento, el periodismo y el microrrelato. No queremos hablar de la extensión ni de las cosas que hacen comunes a los géneros. Más bien háblanos de cuál es tu experiencia con cada uno de ellos. ¿Qué haría -en tu caso particular- distinta la escritura de microrrelatos o minicuentos como tú los llamas frente a otros géneros?
FM: La escritura de cada género, si es que aún podemos hablar de géneros en una época donde éstos se han fusionado, es distinta. Cada tema te impone un estilo y una extensión en la narración. Cuando me invade una historia, una gran historia, me veo abocado a llevarla a la novela. Cuando me asalta una pequeña historia donde existe una contradicción, me veo impulsado a escribir un cuento. La escritura del microrrelato es distinto. Se trata de expresar un enigma en uno o dos párrafos. Incluso, en una sola frase; como aconteció con el famoso cuento de Monterroso, escrito en una frase. El enigma del microrrelato puede estar condensado en una pequeña historia o en la vida efímera de sus personajes.

IM: Cali ha sido una cuna inagotable de cultura para Colombia. ¿Por qué crees que esa ciudad ha dado tantos y tan prolíficos autores dedicados a los géneros del cuento o el microrrelato? ¿Qué tiene de especial para que esto suceda?
FM: En Cali ha proliferado el cuento y el microrrelato porque desde que la fundó don Sebastián de Belalcázar, ha sido una ciudad donde ha predominado el rumor y el chisme. Pese a su progreso, Cali aún conserva una mitología propia de las pequeñas ciudades, que es retomada por sus autores para hacer cuento y minicuento. El minicuento es llano como es Cali y el Valle de Cauca.

Juan Rulfo
IM: Lánzate a realizar una selección de cuentistas que no pueden faltar en la biblioteca de ningún lector que quiera contar historias.
FM: Anton Chéjov, Juan Rulfo, García Márquez, Jorge Luis Borges, Horacio Quiroga, Truman Capote, Hernando Téllez, Tomás Carrasquilla, Óscar Collazos, Garramuño, Consuelo Triviño, Lina María Pérez y Lucía Donadío.


IM: Fabio, tienes el título de Maestro en Estudios Iberoamericanos de la Universidad de la Sorbona en París y Doctor en Semiología de la UQAM en Montreal. ¿Cómo dirías que la academia contribuye o, de ser así, afecta el trabajo del escritor? ¿En algún momento el trabajo académico afecta el de la imaginación?
FM: Pertenezco a la estirpe de escritores como Nabokov, Philip Roth, J. M Coetzee y Azriel Bibliowicz quienes hicieron su obra literaria en los claustros universitarios.
              Para mí el contacto con la Universidad y, particularmente, con los jóvenes, ha sido de una gran ayuda para mi actividad creadora. Con los jóvenes continuamente estoy discutiendo sobre cuentos, ensayos y novelas. Mi actividad creadora no riñe con mi trabajo como catedrático. Lo que sucede es que son dos mundos distintos que se complementan entre sí. Así como no podría dejar de escribir, así mismo, no podría dejar de estar frente a un grupo de estudiantes discutiendo sobre literatura.

IM: Tienes una serie de obras publicadas en diferentes géneros, ¿pero dirías que el microrrelato como género puntual tiene futuro editorial en un país como Colombia? ¿Por qué sí? ¿Por qué no?
FM: El microrrelato tiene futuro en Colombia y el mundo porque es un género maravilloso, de síntesis, que puede ser leído en un celular, una tableta o un computador.

IM: Aparte de la literatura, otras cosas deben apasionarte. ¿Nos dirías cuáles son?
FM: Una ciudad, no importa si es antigua o moderna; una buena película y una fantasía, siempre y cuando tenga un final feliz.

Un libro: El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad.
Una película: El padrino de Francis Coppola.
Una ciudad: París.
Una comida: el ajiaco.
Un cuento: "Hombre de la esquina rosada" de Jorge Luis Borges.
Un secreto: la amante.
Una frivolidad: escribir poesía hai kú en el trópico.
Un deseo: una joven.
Una fantasía: otra joven.
Un amor platónico: Angelina Jolie.

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