Teme la muerte por agua.
T. S. Eliot

Ni las cartas de navegación ni el cuaderno de bitácora fueron hallados entre los despojos que el mar devolvió a la playa con morosidad exasperante durante los días que siguieron al previsible naufragio. Sólo un cuerpo que ya mostraba estigmas inconfundibles ─la fermentación, el inverosímil volumen, la porosidad─ de los muertos en la alta mar.
El ojo del ahogado era un cristal de la negrura del ébano, un poliedro de tinieblas e inciertos fulgores submarinos. Cuando limpiamos la sal y el tapiz de arena que lo ocultaba, una luz de peces abisales proyectó ante nosotros la ruta de aquella malograda travesía…
Juan Gracia Armendáriz: Después de Troya. Microrrelatos hispánicos de tradición clásica. Edición de Antonio Serrano Cueto. Menoscuarto, 2015.
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