En el día de ayer, 27 de febrero, falleció la escritora argentina Gloria Pampillo, docente, formadora de docentes, y admirada y respetada por su incansable trabajo con la palabra escrita.
Fue autora de novelas y relatos, y una precursora de los talleres de escritura. Nació en Buenos Aires el 11 de noviembre de 1938. Estudió Letras y empezó su carrera docente en España. Entre sus obras más conocidas están las novelas Las invenciones inglesas, Costanera Sur, Pegamento y La deuda, que en 2007 recibió el 2º Premio de Novela de la Biblioteca Nacional y que se publicó en 2011 con el título El héroe que vino a buscarme. Publicó también dos libros de relatos, Estimado Lerner y Cuatro viajes y un prostíbulo.
En su obra sobre teoría de la escritura se destacan los títulos Escribir, Yo no sabía que sabía, Sobre narración, teoría y práctica. Permítame que le cuente una historia, y Una araña en el zapato, uno de los más celebrados. También escribió dos libros para chicos: Palabrelío y Avestruces y Piratas, y una novela juvenil, La mula en el andén, Alfaguara (2009, 2011)
En los últimos años se desempeñó como Profesora Consulta e Investigadora de la Universidad de Buenos Aires, donde había sido docente en la Facultad de Filosofía y Letras y luego en la Carrera de Ciencias de la Comunicación en la que junto a Maite Alvarado diseñó el Taller de Expresión I o Taller de Escritura. Además, fue cofundadora de Sudestada, Asociación de Escritoras Argentinas, y participó en la organización del Primer Encuentro Nacional de Escritoras Argentinas.
Gloria Pampillo también era una escritora de microrrelatos y ha participado en diversos congresos nacionales e internacionales sobre el género, y en las Jornadas Feriales de Microficción de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en 2010. Sus microficciones han sido recogidas en numerosas antologías dedicadas al género y en distintos sitios de Internet.
Con gran pesar, desde la Internacional Microcuentista, le enviamos un fuerte abrazo a todos sus familiares y amigos, y en especial a su marido Ernesto, también escritor de microrrelatos y asistente habitual a los eventos vinculados a la brevedad.
A modo de homenaje, aquí la recordamos a través de uno de sus eternos microrrelatos:
Amor del mundo
Estaba sentada en el banco de una estación suburbana cuando el poste
azul y rojo que sostenía el alero comenzó a alejarse. Detrás de él, en
perspectiva, se recortaron el andén de enfrente y más atrás, los
árboles. Había sido tan nítido y mágico, que no se lo contó a nadie. La
vez siguiente, sucedió en una parada del colectivo. Como si alguien que
la quería hubiera pensado en ella, el horizonte de la calle comenzó a
descender. Esta vez, la alucinación fue cercana. El enrejado de alambre
que la ceñía bajó casi rozando sus ojos. La última vez fue de noche. Por
la ventanita del baño, vio sobre el techado de la cocina la cabeza de
un hombre verde que se bamboleaba hacia adelante y hacia atrás. Estaba
por gritar cuando un bostezo descomunal la llevó a la cama. A la mañana
siguiente se asomó a la puerta, y vio que el mundo, inmóvil, aún dormía.
“Gracias”, le dijo y él le sonrió en medio de su sueño.
Foto tomada de www.gloriapampillo.com.ar - Fuente: Suplemento literario Ñ - Microrrelato tomado de la OBB

Yo la publiqué en el Por favor, sea breve hace ya diez años, creo que era uno de sus primeros micros. La echaremos mucho de menos, además de una buena escritora era una magnífica persona.
ResponderEliminar