Comité Editorial

17 de diciembre de 2010

El tigre de Pablo Gonz

Pablo Gonz nació en Sevilla, España, pero vive en Valdivia, Chile, desde el año 2001. Gonz es un prolífico autor de novelas dentro las que se destacan La pasión de octubre (Alba, Barcelona, 1996), Experto en silencios (Bitzoc, Palma de Mallorca, 1997), Los hijos del león Armendiaguirre (Planeta, Barcelona, 1998), Libertad (Uqbar, Santiago de Chile, 2008) y Mío (Carisma, Badajoz, 2008).

En el 2010, sin embargo, Gonz se dio a la tarea de explorar en el microrrelato y a partir de un jucioso trabajo de publicación diaria en su blog, La saliva del tigre, recopiló lo mejor de su bitácora personal para llevarlo a un libro. Sin duda alguna, La saliva del tigre es un gran ejemplo de cómo una publicación en Internet de calidad, y en medio de la maraña de blogs de microrrelatos donde prima la ingenuidad y el afán de escribir por escribir, se puede convertir en una publicación impresa. 

La saliva del tigre, editado por 20:13 editores, está compuesto por un conjunto de microrrelatos que llevan al lector a un viaje con paradas en el humor, la ironía, la muerte, la intertextualidad y el amor, entre muchas otras. La pulcritud literaria de Gonz es incuestionable, pero el libro, en su conjunto, tiene una debilidad en mi concepto: carece de una unidad temática. La prosa que Gonz elige para cada uno de los microrrelatos de su libro es impecable, pero la ausencia de un hilo conductor en La saliva del tigre puede llevar al lector a un laberinto del que puede salir con dos sensaciones: una, perdido por la disparidad y disimilitud de sus historias o dos, absolutamente satisfecho por haber librado con maestría el reto que el autor le propuso.

Como epílogo, el libro contiene un completo listado de blogs dedicados al microrrelato que Gonz invita a visitar. Debemos agradecerle al autor la inclusión de La Internacional Microcuentista en esa lista y, por supuesto, la de los blogs personales de cada uno de los miembros que componen el comité editorial de esta revista.

Como muestra, dejamos un rastro del tigre de Gonz.

La fiera
Esta mañana salimos a cazar al lobo. Éramos veinte hombres con armas, herramientas y perros hambreados. Desde lo alto de su yegua torda nos dirigía Caperucita. 

Semana de Chile.

13 comentarios:

  1. Pues al tigre este de Pablo Gonz, no sé que tan bravo es, porque yo lo devoré en un plis plas. Eso sí, más que satisfecho quedé encantado.
    Abrazos fuertes, Pablo.

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  2. Una colección de microrrelatos, no creo que tenga porque tener una unidad temática. No veo la debilidad.
    Un microrrelato empieza y termina. Desde la perspectiva de los editores no puedo opinar.
    Felicito desde aquí a Pablo.

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  3. Aunque no escribiera ni una sola línea, Pablo Gonz sería un referente de la minificción. Incansable comentarista, irónico donde los haya... La lástima es que ese tigre todavía no ha podido darme unos lametazos.

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  4. Yo también espero impaciente a ese tigre, y como dice Torcuato, no veo la debilidad en que no haya hilo conductor, son microrrelatos y se pueden disfrutar al ritmo personal que se quiera... sin necesidad de ese hilo conductor que en sí, ya tiene cada micro.
    Sin duda, Pablo es un maestro de la minificción y un amigo.

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  5. Coincido con Torcuato. Últimamente se ha puesto de moda eso de la unidad temático tanto en los libros de micros como en los libros de relatos, y no tienen por qué tenerla, para nada. Hay que leer cada texto en sí mismo, como una unidad que comienza y acaba, y luego, a por otro. A mí lo que me aburre muchas veces (no siempre, claro) es la unidad temática, es decir, un libro sobre micros de animales, o sobre micros de ciencia ficción, etc. Felicidades a Pablo.

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  6. Estimado Esteban, muchas gracias por la inclusión de esta noticia en vuestro prestigioso blog; sin duda alguna uno de los nudos de la red que componemos todos los que nos dedicamos a este género. Veo, por los comentarios, que el asunto de la unidad temática no es esencial para todo el mundo. Para mí tampoco lo es, aunque debo decir que en la composición del libro sí hay un orden: parto por los micros más estrictamente literarios, derivo hacia el humor y lo satírico, luego entro en lo sentencioso y termino por abordar lo fantástico (procurando conservar un pulso de emociones coherentes).
    A Víctor Lorenzo, gracias por el aviso de la publicación.
    A quienes comentaron, también mi agradecimiento por sus cariñosas palabras. Es una gozada pertenecer a esta aldea "blogal", de modo que mis humildes contribuciones son un auténtico placer.
    Abrazos a todos,
    PABLO GONZ

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  7. Que Pablo estaría en esta semana,era de esperarse!, además de gran escritor es un excelente ser humano, su blog es de los que no pueden dejar de leerse un solo dia.
    Felicidades.

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  8. Pablo, felicidades. El libro es excelente, de eso no hay duda. Respecto a la "unidad temática", se dice por acá que cada quien tiene su particular forma de matar pulgas. Si el objetivo del libro es la unidad, felicidades, y si no, pues también. Hay de gustos.
    A mí La saliva del tigre me parece un libro bien hecho.
    Saludos.

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  9. Estoy de acuerdo con Manu y luego en todo lo que se dice de Pablo.
    Hila muy fino en sus micros.

    Saludos!!!

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  10. Es una gran alegría que La Internacional sirva de plataforma para abrir debates referentes al género. Yo, particularmente, considero que la unidad temática es de vital importancia para el desarrollo de un libro de microrrelatos. Grandes autores lo confirman con sus publicaciones.

    Por ejemplo, el terror que se encuentra a lo largo del libro de Fernando Iwasaki, las historias de los pueblos que con frecuencia emplea Ana María Shua en libros como La fábrica del Terror o Temporada de fantasmas, la sirena como eje en la antología del mexicano Javier Perucho, Yo no canto, Ulises, cuento, las múltiples interpretaciones del Diluvio Universal en el libro Oficios de Noé, del colombiano Guillermo Bustamante Zamudio, sólo por citar unos ejemplos.

    Reafirmo mi opinión con respecto a lo único que me falta para que La saliva de Tigre sea un libro redondito.

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  11. Concuerdo con la opinión de José, Manu, Torcuato; la unidad temática en un libro de cuentos o relatos no es algo que sea imprescindible. Y desde mi óptica no debe ser tenida en cuenta como un punto flaco. Pero me parece bien, Esteban, que mantengas tu posición al respecto.
    Eso sí, como veo que citas a varios autores de peso prounidad temática, he de citar también, uno de peso -al que suscribo- que opina en contrario:

    «Al cuentista se le exige la unidad en lo que escribe cuando prepara una colección de cuentos, una unidad que además es múltiple: unidad de estilo, unidad temática, unidad de géneros y subgéneros..., como si cada pieza no fuese una obra completa, cerrada, única. Cada relato es una obra independiente, como lo es cada novela de un novelista, y como entiendo que es un error mayúsculo no verlo de esta manera, no hago otra cosa que dinamitar esa unidad cada vez que puedo, no sólo entre un relato y el siguiente que llegue en la escritura o en el atadijo final de un libro, sino incluso dentro de la misma pieza».

    Hipólito G. Navarro

    Saludos.

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  12. Se me olvidaba lo más importante, leí en su momento la versión reducida que Pablo dispuso para bajar, no recuerdo si en su página o en el Face, y me pareció excelente; de gran oficio -se ve la experiencia del camino andado- y depurado estilo.

    ¡Enhorabuena!

    Saludos.

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  13. Qué buena reseña (el botón de muestra me ha gustado mucho), e interesante debate, y aprovecho para felicitar a Pablo por su libro y su producción en general.

    Un saludo a todos.
    Beatriz

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