Con el atardecer como telón, dio comienzo el concierto de Pink Floyd. Tras un letargo de casi dos mil años, los antiguos moradores de Pompeya asomaron entre las ruinas. Solo el canto de las míticas sirenas podría devolver el alma a sus cuerpos de ceniza. Ellos, esperanzados, acudieron al llamado.
José Manuel Ortiz Soto, Cuervos para tus ojos, 2010.
José Manuel Ortiz Soto, Cuervos para tus ojos, 2010.
El video de Pink Floyd en Pompeya, impresionante.
ResponderEliminarExcelente!
ResponderEliminar